Comportate como un angel !!!!!!!!!!!

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lunes, 28 de julio de 2008

DIFERENTES TIPOS DE VALORES!!!!


Hoy se sigue hablando de valores en el ámbito de la economía: son bien conocidos los valores que se cotizan en las diferentes bolsas del mundo. Pero el término 'valor' ha traspasado este ámbito y se usa para designar realidades apreciadas y, como en el campo de la economía, más bien escasas. Así, estamos hablando de valores estéticos cuando afirmemos que esta pieza musical es hermosa (el conjunto de notas recibe un” plus", lo calificamos positivamente); de valores intelectuales cuando el profesor afirma que este alumno es muy brillante; de valores vitales cuando afirmamos que nuestro amigo tiene muy buena salud; de valores éticos cuando pedimos más igualdad a la hora de organizar nuestra convivencia; de valores religiosos cuando calificamos de sagrado un ritual o ceremonial; de valores políticos cuando reclamamos participación y diálogo. A menudo, pero, las fronteras entre estos ámbitos no son nítidas: el valor de la libertad, por ejemplo, tiene aspectos intelectuales, éticos y políticos.
Muchos objetos pueden ser valiosos para nosotros, tanto objetos naturales (el agua o el aire), como objetos artificiales (unas deportivas o un ordenador). Pero estas valoraciones no pertenecen al ámbito de la ética, son valoraciones que consideran la utilidad u otros aspectos de ciertos objetos. Igualmente, podemos afirmar que una persona es elegante, ágil u objetiva, y podemos calificar una acción de eficaz, enriquecedora u oportuna, pero aún no hemos hablado de valores que pertenecen al ámbito de la ética. Qué es lo que tienen de específico y de más propio los valores éticos?

Valores éticos
Lo que tienen más propio los valores éticos (o, si queremos, los valores morales) es el imperativo de acción que comportan, es decir, son unos valores que se nos imponen como pautas de nuestra acción. Los valores éticos, pueden no coincidir con nuestros deseos, pero sentimos que debemos intentar realizarlos si no queremos perder categoría como personas que somos. Nadie está obligado a ser una persona bella, ágil o simpática, pero toda persona está moralmente obligada a ser justa. Los valores éticos, a diferencia de los que no lo son, dependen de la libertad humana: una persona puede no ser justa, negando la exigencia universal de justicia. Y porque dependen de la libertad, los valores éticos sólo pueden atribuirse a las personas, no a las cosas: un paisaje puede ser bello pero no justo, unas deportivas pueden ser cómodos pero no buenas en sentido moral.
Todos los valores comportan un deber ser: es deseable ser alegre, ser enérgico, ser útil,... Pero los valores éticos, además de éste deber ser implican uno deber hacer, son una prescripción o norma que tenemos que cumplir.

Pluralidad de valores éticos
Los valores éticos se clasifican según diferentes puntos de vista. Considerando el nivel de mayor o menor incidencia social, hablamos de valores éticos públicos o cívicos y de valores éticos privados o personales. Justicia y bien son los valores fundamentales o básicos; todos los otros valores éticos no son sino concreciones de éstos.
Valores éticos
Públicos o cívicos
Privados o personales
Justicia / Bien
IgualdadLibertadSolidaridadTolerancia o respeto activoRespeto a la naturalezaDisposición al diálogoPaz...
AmistadAutenticidadFelicidadPlacerTernuraCreatividadProfesionalidad...


viernes, 25 de julio de 2008

LA ÉTICA Y LA EMPRESA

El administrador y la ética

En una empresa u organización ser un administrador efectivo es una labor muy demandante, pero en la actualidad, enfrentan desafíos muy particulares. La cada vez más alarmante contaminación industrial nos recuerda que al destinar recursos los administradores inevitablemente incurren en ventajas y desventajas, sin importar lo que hagan o dejen de hacer. El estudio de quién resulta, y quién debe resultar beneficiado o perjudicado por una acción en particular se denomina ética, la cual estudia también quien goza de derechos de cualquier índole, y quién goza de ellos. En un plano superficial, es relativamente fácil juzgar si una práctica empresarial es correcta e incorrecta en términos de ética. Lo complejo, en particular cuando las normas convencionales no son aplicadas, consiste en comprender los conceptos y las técnicas de la toma de decisiones éticas para poder establecer juicios de orden moral más adecuados.

Desde el punto de vista meramente filosófico, la ética es la ciencia que estudia las actuaciones humanas en cuanto se relacionan con los fines que determinan su rectitud. En general toda ética pretende determinar una conducta ideal del hombre. Desde la perspectiva de la ética especial o de ontología que trata de los deberes que se imponen al hombre según los distintos aspectos o campos en que se desarrolla su vida, es donde podemos ubicar su importancia en el desarrollo del ejercicio profesional de la administración de personal.

Así las cosas, las normas éticas y morales sobrepasan las prohibiciones de la ley y el lenguaje de "no debes", e incluyen las cuestiones del deber y el lenguaje de "se debe y no se debe hacer". La ética se refiere al deber humano y a los principios en los que se apoyan estas obligaciones.

Todas las empresas tienen una obligación ética, y de hecho la administración de personal, hacia cada uno de los cinco grupos que las constituyen: propietarios, accionistas, empleados, clientes, proveedores y la comunidad en general. Pero, no solo en términos de normas y deberes como reglas, sino en términos de valores: la libertad, la igualdad, la solidaridad, el respeto activo y el diálogo. La administración de personal, en consonancia con las directrices del ejecutivo principal y de los propietarios, debe propender por la generación de tres elementos éticos fundamentales que permitan el desarrollo de los valores: la ética de la responsabilidad, la ética hacia el interés de todos, y la ética de la organización. Es decir, la administración de personal, debe propender hacia la consolidación de una empresa ética basada en éstos elementos: una cultura corporativa sólida (valores construidos colectivamente), el talento humano como capital principal de la empresa, la calidad como aspiración fundamental, la combinación de la búsqueda de bienes tangibles (materiales) e intangibles (armonía, cooperación, ausencia de conflictos, cordialidad) preocupación por los clientes, trabajadores, proveedores y los competidores, en el marco de sus actuaciones, y no solo por sus accionistas, asumir la responsabilidad social por las acciones de la empresa, ejercer una dirección basada en los valores, y predominio de un contrato moral de la empresa con sus integrantes, más allá del contrato legal.

La competencia y la ética

La Regla Clave es: Competir. Y esta competencia ya plantea reglas:
- Con los competidores. Aquí las reglas éticas reciben el nombre genérico de competencia leal, sancionándose la deslealtad. Competencia leal es luchar con armas licitas: que son calidad y precio bajo. Y desde luego, precio bajo fundado en eficiencia. Publicidad vinculada a la verdad: no mentir ensalzando el propio bien; no rebajar ni denigrar el de la competencia.

Con el público también hay deberes de competencia:

No atentar contra la salud
No atentar contra la seguridad
No atentar contra el medio ambiente
Uno de los deberes importantes de los empresarios son aquellos vinculados a la publicidad, la que debe ajustarse a padrones éticos, como la veracidad y buena fe.